‘Te pone triste. Te hace llorar’ 

Así describió una joven la sensación de ver a agentes de ICE llegar a su comunidad en la calle Newell en la Ciudad de Huntington Park el jueves por la mañana. Cuando recibí la llamada de que la secretaria de Seguridad Nacional de Donald Trump, Kristi Noem, estaba en Huntington Park con un grupo de agentes, me lancé para allá. Yo conozco a Kristi Noem. Servimos juntas en el Congreso, e incluso asistíamos a un estudio bíblico semanal. 

Noem y sus agentes armados se fueron antes de que yo llegara, pero los residentes que habían presenciado todo describieron sentimientos muy familiares: shock, dolor, coraje, temor. 

Para muchos por todo el Condado de Los Ángeles, incluyéndome a mí, esos sentimientos han dominado esta semana. Una y otra vez, escuchamos historias y vemos videos publicados en redes sociales o compartidos en chats de WhatsApp de grupos de agentes—a veces enmascarados, siempre armados—que llegan a lugares ordinarios en comunidades ordinarias y persiguen, tumban y detienen a personas ordinarias: cocineros y meseros en nuestros restaurantes, trabajadores en nuestras fábricas, educadores, cuidadores de niños y personas mayores, jornaleros que construyen nuestras casas. El viernes pasado arrestaron injustamente a David Huerta, un querido y respetado líder sindical, aislándolo de su familia y de su abogado. Es evidente que el objetivo de estos agentes es generar temor en nuestras comunidades, y está dando resultado. 

Tratar así a seres humanos no está en la Biblia que Kristi y yo estudiamos. 

Para mí es un orgullo representar a Huntington Park y a todo el Sureste de Los Ángeles. De hecho, tengo el privilegio de representar al distrito más latino en la Junta de Supervisoras del Condado de Los Ángeles. Yo siento que fue como un regalo que estas comunidades hayan sido añadidas a mi distrito durante el proceso de redistribución de distritos en 2021. Lo digo no solo porque son comunidades maravillosas y alegres, sino porque es precisamente en lugares como el Sureste de Los Ángeles y comunidades latinas por todo el Condado que nuestro trabajo como gobierno local puede ser más beneficioso, donde podemos generar cambios positivos en las vidas de gente que ha enfrentado desafíos históricos, pero que lucha y sigue adelante. 

Por eso me dediqué al servicio público. A mi ver, de eso se trata el gobierno. Pero queda muy claro que a nuestro gobierno federal lo motivan otros impulsos. Estas comunidades vulnerables ahora están siendo atacadas por las mismas personas que se supone deberían intentar mejorar sus vidas, no empeorarlas. 

Lo peor es que parecen disfrutarlo. Otra observación que me contaron los vecinos en Huntington Park es que Noem llegó no solo con agentes armados, sino también con un equipo completo de cámaras, y la peinaron y maquillaron antes de que sus cámaras comenzaran a grabar. 

Para la istración Trump en Washington D.C., todo esto es un gran show. Es teatro. 

Para las personas trabajadoras como las que viven en la calle Newell, esto es la vida real. Una cosa es arrestar a criminales violentos. Pero los espectáculos que han armado en nuestras comunidades y las agresiones hacia personas trabajadoras son otra, y no tienen nada que ver con una política migratoria responsable, compasiva y sensata. Familias están siendo destrozadas. Gente que solo quiere poder trabajar para sustentar a sus familias está siendo detenida. Comunidades enteras quedan silenciadas y atemorizadas. 

Somos un condado, un estado y un país de inmigrantes. Me da gusto que estén aquí. Ustedes son esenciales para la grandeza del Condado de Los Ángeles. 

Esta última semana ha sido agotadora y aterradora. Comparto su dolor. Pero quiero que sepan que el gobierno de su Condado les respalda. Yo he hecho un llamado a que paren estas horribles redadas, y seguiremos haciendo lo posible para mantener nuestras comunidades seguras y completas. 

(*) Janice Hahn es supervisora del condado de Los Ángeles.