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La pandemia empodera a joven inmigrante para iniciar su propio negocio

Grisel Rodelo comienza la producción y venta de creatividades manuales durante uno de los momentos más complicados para un emprendedor

Grisel Rodelo, dueña de "¡Oh Lala! by Griss". (Jacqueline García/La Opinión)

Grisel Rodelo, dueña de "¡Oh Lala! by Griss". (Jacqueline García/La Opinión) Crédito: (Jacqueline García/La Opinión) | Impremedia

Casi cada fin de semana Grisel Rodelo se alista para salir a vender moños para el cabello y llaveros hechos de porcelana fría en los pop up events (eventos comerciales emergentes) que se realizan por diferentes áreas de Los Ángeles.

Ella se enorgullece ver que su trabajo es bien apreciado, sobre todo porque apenas hace menos de un año aprendió a hacer estos muñequitos en miniatura que han causado sensación y nostalgia entre sus clientes. Sus personajes más populares son los de la Vecindad del Chavo del 8 y princesas.

Rodelo, de 35 años, dijo que antes de la pandemia trabajó en una bodega y después en un restaurante de comida rápida. Sin embargo, sus tres hijos necesitaban más atención y decidió quedarse como ama de casa mientras su esposo trabajaba.

Poco después comenzó la pandemia del covid-19 y obligatoriamente tuvieron que quedarse en casa.

“No teníamos a donde salir, nos levantábamos más tarde porque los niños tomaban clases en línea y una vez platicando con una amiga de México, que hace piñatas, me dijo que empezara a hacer algo para no estresarme”, recordó Rodelo.

Así que comenzó a buscar opciones y se topó con la página de YouTube MYME, una instructora oaxaqueña de porcelana fría. Este es un material hecho con fécula de maíz, pegamentos y otros componentes que la hacen muy flexible.

Grisel Rodelo hace llaveros y moños de porcelana fría. (Jacqueline García/La Opinión) Crédito: (Jacqueline García/La Opinión) | Impremedia

Rodelo, quien no tenía experiencia alguna en este arte, lo encontró interesante. En su natal Guerrero, México, tomó clases de manualidades en la secundaria y entendía un poco el concepto.

“Entonces empecé a tomar clases online que ofrecía la youtubera [MYME] y me gustaba porque eran baratos, como $5 por taller”, dijo Rodelo.

Aprendió a hacer los moños y los muñequitos de porcelana fría para ponérselos como decoración.

Pasaron unos seis o siete meses antes de que ella se sintiera segura de salir a venderlos.

Enfrentando la negativa

La empresaria aseveró que comenzar su pequeño negocio no fue fácil, ya que tuvo a muchos conocidos quienes la desalentaron para vender durante la pandemia.

“Me decían, ‘esos no son productos de primera necesidad’ y yo sabía que no eran, pero para mi eran importantes. Era mi trabajo”, dijo Rodelo.

Así que después de cometer varios errores en su aprendizaje y de regalar varios moños, Rodelo decidió crear un grupo de Facebook y ofrecer sus manualidades.

“Pero no había gente interesada”, recordó.

Sin darse por vencida continúo buscando opciones y alguien la invitó a participar en un pop up event en Riverside. Ella estaba emocionada y le gustó vender ese día. El problema es que esa localidad estaba muy lejos de su hogar en el este de Los Ángeles.

Así que optó por buscar su localidad más cercana. Sin temor ni vergüenza se acercó a un negocio de tacos en el este de Los Ángeles donde pidió permiso para vender sus moños en la banqueta.

“Me llevé solo mi mesita y puse como 10 moños y empecé a vender”, dijo Rodelo. “Ahí conocí una de mis mejores clientas que ese día me compró $70 y desde entonces me encarga más y me sigue a dónde voy”.

Grisel Rodelo realiza manualidades que aprendió a hacer por internet. (Jacqueline García/La Opinión) Crédito: (Jacqueline García/La Opinión) | Impremedia

Esto fue un incentivo que motivó a Rodelo a seguir realizando su trabajo y se esmeró mucho más en aprender el arte de la porcelana fría.

En uno de los pop up events, una clienta que le gustó mucho su trabajo le dio un buen consejo.

“La señora me dijo que solo tenía niños y que le gustaba el muñequito del moño solamente y me recomendó que, porque no hacía llaveritos para niños”, dijo Rodelo.

Y así es como agregó los llaveros a su mercancía.

Empoderada vence adversidades

Una vez que comenzó a notar que su trabajo estaba dando frutos, Rodelo decidió hacer su negoció más oficial. Así que en redes sociales conoció a una diseñadora gráfica venezolana quien le hizo el diseño de su negocio, el cual oficialmente lo tituló “¡Oh Lala! Crafts by Griss”.

“Lo trabajamos juntas, yo le dije como quería el estilo de la muñequita que fuera muy ochentera y después ella me hizo el diseño, me lo envió de Venezuela y yo lo imprimí aquí”, dijo Rodelo impresionada de ver cómo su negocio estaba siendo, en parte, creado con la ayuda de las redes sociales.

Reconoce que ha habido momentos en que no vende mucho pero nunca se va con las manos vacías.

“Un día solo había vendido como $10 y como ya tenía la mesita lista me puse a hacer un live video y de ahí conseguí algunos clientes, una me pidió como $50, otra $70 y otros me pidieron mas”, dijo Rodelo. “Desde entonces he empezado a tener seguidores”.

Rodelo explicó que incluso hoy en día continúa derrocando adversidades con otros vendedores que la quieren desanimar.

“Apenas una vendedora me dijo que yo no iba a vender mis productos y le dije que no se preocupe que el sol sale para todos”, dijo Rodelo quien trata de mantenerse positiva en todo momento.

Rodelo promociona su trabajo en Instagram.

La emprendedora recomienda a otras mujeres a no tener miedo a comenzar su propio negocio y empezar a hacer cosas diferentes.

“Si algo te gusta y tienes la habilidad hazlo. Yo no me considero tan talentosa, todavía me cuesta, pero me gusta mucho hacerlo y por eso me esmero”, aseveró.

Indicó que es muy común ver a personas que envidian a los que son exitosos, pero nunca se ponen a pensar en el trabajo que está detrás de ese éxito.

“Por eso nos debemos apoyar”, dijo Rodelo quien agradece que su marido y su cuñada han sido dos de los más grandes partidarios de su trabajo.

La empresaria recalcó que los vendedores no deben temer a utilizar nuevos medios de pago como Zelle y Venmo ya que hay muchos clientes que solo utilizan estos servicios en lugar de dinero en efectivo.

“Además yo todos esos pagos los tengo apartados para cuando haga mis taxes”, dijo Rodelo cuyo mayor deseo ahora es tener su propio local para expandir su negocio.

Puede seguir el trabajo de Rodelo visite: @oh_lala_by_griss

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