Cómo sobrevivir San Valentín si eres soltera

Ya les conté que no soy la más fan del Día de San Valentín y una de las principales razones es porque siento que la fecha masiva de “celebración del amor” hace que muchas mujeres solteras se sientan fatal. No estoy hablando, por supuesto, de las chicas que han optado a decirle que no al amor de parejas, sino de aquellas que por una u otra circunstancia de la vida quieren romance en sus vidas, pero aún no les ha llegado. Como si no fuera suficiente con recibir invitaciones casi mensuales para el matrimonio de alguna de sus amigas/ conocidas, aguantarse el chiste “sin mala intención” de las tías de que se están quedando “solteronas” o tener que lidiar con su propio reloj biológico, llega San Valentín a recordarle a las mujeres solteras, lo SOLTERAS que están. En vez de volvernos las Grinch de San Valentine’s y mirar con deteste a las parejas que ese día celebran su amor, mi invitación es para que todas las chicas solteras celebren este día por todo lo alto.

• Recorderis: el primer amor de cada una de nosotras debemos siempre ser nosotras mismas. De allí, del amor interno, es que surge el cariño que le damos a otros (familia, amigos, hijos y por supuesto nuestro amorcito).

• Mejor sola que mal acompañada. No vaya a ser que por andar en afanes de conseguir pareja, te termines enredando con el primero que se te pase por delante.

• Estás soltera, querida, no muerta. Aunque entiendo lo vacía (y aburrida, y fría, y falta de buen sexo) que puede llegar a sentirse la vida cuando no se tiene pareja, también está llena de millones de cosas maravillosas que vale la pena agradecer y celebrar a diario.

• Soltera no significa solterona. Hace menos de un año una de mis amigas, ya con 37, que pensaba que nunca se casaría y según los médicos no podría embarazarse nunca, se casó, a menos de 12 meses de conocer al amor de su vida y con 6 meses de embarazo. Milagro, suerte, destino- como quieras llamarlo, la vida no se acaba hasta que se acaba.

• Ser obsesiva no ayuda. Claro, quieres amor, pero por estar pendiente de lo que te falta, no ves lo que tienes (y hasta lo que te sobra), no hay nada menos atractivo que el desespero. Así pienses que tus potenciales romeos no se dan cuenta, créeme, esas cosas se sienten.

• Una cita contigo misma. Mientras estaba con mi último novio, que no era precisamente la persona más atenta del mundo, tomé la decisión de cuidar de mí misma, sin esperar a que otro llenara mis espacios y necesidades. ¿Cómo lo hago? Una vez a la semana me preparo un baño con burbujas y me sumerjo en la tina a escuchar mi música favorita; por lo menos dos veces al mes me compro flores y si veo algún detalle que en realidad me gusta, acudo a mi cochinito de “regalos especiales” y saco algo de dinero para comprármelo. Seguro, es muy lindo recibir detalles de la persona especial de tu vida, pero yo no me voy a sentar a esperar a que alguien más me recuerde lo maravillosa que soy.

En últimas San Valentín es un día al año que como llega se va, lo importante es que nosotras tengamos muy presentes lo increíbles que somos y disfrutemos al máximo de nuestra vida con o sin Mr.Wonderful a nuestro lado. Así que ponte tu vestido favorito, destapa una botella de champaña y ¡celebra la gran mujer que eres!